Jovany Delgado/TicTac Deportivo
Nacido en Quilpué, Región de Valparaíso, Chile el 10 de mayo de 1978. Comenzó en el Santiago Wanderers de su país, donde jugó de 1994 al 2000, pasó por los procesos de fuerzas básicas hasta llegar al primer equipo, con quienes generó 40 goles mismos que le valieron para ser convocado a la selección Chilena que participó en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, obtuvo la medalla de bronce y destacó por generar goles; ¿su aliado en la ofensiva? casi nadie, Iván Zamorano aquel del Inter de Milán que triunfó en el Real Madrid, junto a “Bam Bam” deshicieron cuantas defensas se ponían en frente ¿El mejor jugador con el que compartiste? Le preguntaron una vez “Iván Zamorano” replicó.
Después de ese gran torneo un equipo de México levanto el teléfono y preguntaron sus pretensiones, así un día Navia llegó a tierras tapatías para enrolarse en las filas de los Tecos de la UAG esos Tecos de Zdenko Muf, Adolfo Bautista, Reynaldo Parks, Jafet Soto, Roberto Palacios entre otros. En aquel equipo desbordó su poderío ofensivo, siendo el encargado de meter los goles con los Tecolotes, guardándola en la red 30 veces en 62 duelos disputados del 2000 al 2002.
Perteneciendo al club de Guadalajara, Navia se fue cedido al Morelia, en donde se encontró con quien lo dirigió en los tecolotes, Rubén Omar Romano. Se supo que los universitarios pidieron dos millones 800 mil dólares por la transacción, en un negocio que incluyó el pase definitivo del mediocampista Flavio Davino a los Zapopanos, jugador que estuvo prestado la temporada anterior. “Es difícil negociar con estas personas, pero tenemos una gran relación y finalmente nos hicimos de los servicios de Navia, esperamos que esta negociación rinda lo que esperamos en Morelia, porque la temporada pasada con varias figuras el equipo no funcionó, por ahora estamos satisfechos con la compra definitiva de un gran delantero como Navia”, declaraba para los medios de comunicación Álvaro Dávila.
Mis recuerdos de Reynaldo son justo en los Tecos, era uno de esos jugadores de los que decías “lo quiero en mi Morelia” ¿Te pasó alguna vez? y cuando llegó no tardó en empezar a funcionar, recuerdo las asistencias que le ponía el Bofo o el cachas Iñiguez pff que bonitas épocas en las que el Andino remataba de cabeza con ese resorte que le caracterizaba, o las vaselinas que le hacía a los porteros, la chilena al Puebla allá en la Angelópolis y sus festejos abriendo los brazos. Marcó 26 tantos en 38 partidos, la historia era perfecta pero no tardaron en llegar ofertas por él y se decidió por el rival odiado, ese al que el Morelia a lo largo de los años siempre le hacia buenos partidos, las Águilas del América, el equipo rico de entonces, la afición le deseó que le fuera bien en gratitud a las alegrías dejadas con nuestros colores.
El día que regresó al Morelos aplicó la ley del ex y nos vacunó, corrió con las piernas abiertas y los pulgares señalando su número. Ese día, ese maldito día pasó del amor al odio.
Muchos años después regresó como comentarista de TUDN yo trabajaba con Monarcas y no me quedé con la duda, él se acercó a pedirme su acreditación se la entregué y le cuestioné por qué el festejo ¿euforia?, ¿adrenalina? Sonrió y me dijo “no lo sé hueón el momento”.
En evento el fin #Morelia pura leyenda @CONCORDoficial @ClubAmerica @SomosAmerica @AcademiaNavia @YoAmoAlAmerica1 pic.twitter.com/UItV0q999T
— Reinaldo Navia (@reinaldonavia) July 12, 2016