JAVIER LOZANO: EL PASTOR DE MORELIA

Jovany Delgado/TicTac Deportivo

De la Pastora allá en Guadalupe Nuevo León, de donde el norteño, la Carta Blanca y el cabrito se da, nació este personaje que nos regaló muchas alegrías durante su estancia en la capital Michoacana.

Característico “22” en el dorsal, aunque su primera temporada en los rojiamarillos uso la 23, la 22 la tenía el tercer portero de aquellos años, Moisés Muñoz, a la siguiente cambiaron de número y lo demás es historia; melena noventera estilo Laureano Brizuela ,dice que recuerda que desde los 5 años empezó en el mundo de la pelota, jugó en Tigres en donde es ídolo, en el 95-96 vivió el día más triste de su carrera, como su mote lo dice, estuvo en las peores de ese club pastoreando en segunda división cuando descendieron, año y medio después se da su traspaso a los canarios, tras no llegar a un acuerdo con Necaxa.

“Mi primer recuerdo de Morelia es que saliendo del aeropuerto un chofer bien loco me llevó a una quinta en donde me esperaban con un asado, al único que conocía era Emilio Mora ya que concentré con él en la selección, de pronto escucho a Tomás que me grita Pastor ahí te va una cerveza, yo le contesté que no tomaba a lo que él replicó que entonces me regresara a la chingada”.

“Tomás Boy era mi ídolo, no había otro, yo lo veía los pases que daba, como le pegaba, como caminaba como si trajera pistolas y un día el hijo de Tomás me contactó y me dijo mi papá te quiere en su equipo, le pregunté quién era su papá me dijo “Tomás Boy” quiere platicar contigo, entonces se iba a dar un partido amistoso Tigres vs Morelia, me lo presentan y lo único que me dijo fue ¿quieres jugar con el jefe sí o no?, Ni lo pensé yo le dije que sí, le habló al directivo Matías Botello, arréglamelo porque ahorita me lo voy a llevar, en media hora en el estacionamiento se hizo la transferencia”

Recuerda el invierno del 2000, aquel romántico que nos volvió locos a todos desde los que éramos niños, hasta aquellos que la edad los alcanzó y hoy ya no están con nosotros, pero ese día Javier falló desde los 11 pasos…

“Qué pasó con Tena güey porque siempre me sacaba 10 minutos antes de acabar y ese día veo que está en la banca Carlos Morales, dije voy para afuera y no, sacó al Tato que era nuestro tirador de penales, me dijeron vas el tercero, ese día estaba bien cansado y le tire fuerte a un lado y Cristante lo paró, de regreso solo pensaba que estos ganen, sino como regreso a Morelia, me van a linchar”.

Pastor era un crack, un 10 de esos que ya no hay, sus actuaciones lo llevaron a esa selección de ensueño, la que iba a Francia en el 98, en los partidos de gira por Europa se quebró la tibia jugando contra Holanda en un amistoso, seguro de si mismo me dijo que no se arrepiente ni se queja porque de no haber sucedido ese trago amargo, seguramente no hubiera llegado a Morelia.

Al Pastor le gusta estar aquí, vacaciona seguido dice que los queremos mucho, que le encanta el cariño de nuestra gente, no pasar desapercibido, visitar el estadio y que los más grandes se emocionen al verlo y hasta le pidan fotos para sus hijos que no saben quién es pero que le llena en el alma escuchar que les digan a los más pequeños la huella que dejó en nuestras pamboleras memorias, disfruta recorrer la avenida Madero y recordar que la multitud no los dejaba avanzar para llegar al Coloso del Quinceo.

“Me perdí un mundial, pero gané viniendo acá, Morelia fue y siempre será mi casa, un saludo a toda la afición.”