EL MORELIA COMANDADO POR UN ROMANO

Jovany Delgado/TicTac Deportivo

Hace poco más de 20 años, Monarcas Morelia le daba un toque especial al que para muchos es el mejor torneo del continente americano: La Copa Libertadores, Miguel Ángel Russo era el técnico rojiamarillo pero se tuvo que ir y llegó Rubén Omar; venía de dirigir a Tecos, salió por no alinear al ‘Cheto’ Leaño, ¡Sí! según su versión, hubo diferencias con Antonio Leaño, por no poner a jugar a su hijo y eso detonó su destitución; curiosamente antes de ser despedido le había ganado a Morelia en liguilla, después perdió con Santos quien ese verano 2001 fue campeón.

 “A mí me contrataron en Morelia después de que echaron a Miguel Ángel Russo; me llamaron un domingo y al día siguiente estaba viajando a Uruguay, ya estaba el equipo allá. Debuté contra Nacional de Montevideo con dos días de entrenamiento y empatamos a tres goles”

Su aventura empezaba de buena forma también en el torneo de Liga, el equipo logró enmendar el camino. No solo retomaron la senda de la victoria, sino que se mantuvieron invictos, y Morelia estuvo en “estado de gracia” por varios encuentros en que ganaron sin recibir gol del rival.

“Estuvimos invictos hasta los Cuartos de Final (en liga), pero se nos juntó la Concacaf, se nos juntó la Liguilla; el equipo no estaba tan preparado en cuanto a cantidad de jugadores para poder rotar y se nos cayó el equipo al final, pero también hicimos una Copa Libertadores espectacular”.

¿Recuerdan ese Morelia? De José María Buljubasich, Darío Franco, Johan Rodríguez, Jorge Almirón, Heriberto Ramón Morales, José Antonio Noriega, Carlos Adrián Morales, Andrés Chitiva, el ‘Tiburón’ Sánchez, el ‘Hueso’ Glaría el brasileño Alex Fernández ¡Vaya Equipo! mismo que el América dejó fuera en cuartos de final en esa Libertadores.

Tras los méritos obtenidos, en abril del 2002, Monarcas Morelia alcanzó la gloria del futbol mundial al ser considerado por la Federación Internacional de Historia y Estadística (IFFHS) como el mejor equipo del mundo.

A pesar de ello la historia no fue grata con este personaje, en 4 ocasiones que ha podido estar cerca de alcanzar un título (2 veces con Morelia y 2 con Santos) ha perdido las posibilidades de ser campeón y levantar la copa, un récord que ningún técnico quisiera presumir.

Siempre estuvo cerca de conquistar al Coliseo, pero nunca logró tener la corona de laureles; el león terminaba comiéndoselo cuando el graderío coreaba su nombre a punto de clavar la espada, el rival daba un zarpazo letal que lo mandaba a la lona.

La historia recordará siempre a los vencedores, pero hay excepciones como las de Rubén Omar al que el pueblo Michoacano inmortaliza por cambiarle la cara a uno de esos equipos que nos hicieron soñar cuando jugaban a la pelota y lo llevó allá arriba al Olimpo en donde solo unos cuantos llegan. Podrán pasar los años, jugadores y cambiarle el nombre 10 veces, pero en nuestras memorias de los que vimos ese equipo quedará guardado el recuerdo de peculiar personaje que fumaba mientras dirigía, sabrá Dios cuantos cigarros fumó. Se contará a las futuras generaciones la leyenda de un Romano que nos dio alegrías y nos tuvimos un mutuo amor.

“Después de estar tantos años ahí, puedo decir que Morelia es una ciudad que tiene muchas cosas, el fútbol es algo muy importante, y a la afición decirle que pase tres años espectaculares, logramos cosas importantes y por supuesto qué hay un sentimiento por esa gente”.